Capítulo 1.

Mis limitaciones no están escrita, supongo que que las de muchos otros tampoco.
Por lo que he probado de experiencia, vivo desde otro punto de vista, aunque soy una chica más o menos normal; la típica que odia los Lunes, y adora los Viernes, que le gusta el chocolate a rabiar, que cuando se levanta lo primero que piensa es en lo que le pasó el día anterior. Pero tengo algo especial, aunque todavía no sea capaz de descifrarlo.
Hola, me llamo Valentina. Muchas de las personas que me quieren me llaman Valen. No soy como otras que detestan su nombre, al contrario, me gusta mi nombre. Pienso que los nombres no se ponen por poner; los padres escogen cierto nombre quizá porque el señor destino les da señalas de como serán sus futuros hijos. Eso es lo que pienso yo, o lo que quiero pensar, porque me parece que mi nombre me describe tal cual soy: un poco histérica, rara para muchos, espontánea, indecisa, y sobretodo sensible.
Como toda chica de 15 años tengo mi grupo de amigas, ellas son, Alicia, la más "chic" de todas, la que siempre va a la última, a la que no se le olvida detalle. Luego está Carolina, la más loca y como no, la más fiestera de todas. Y como no, Verónica, mi mejor amiga, mi otro yo, con la que pasé todo lo que una chica de mi edad pudo haber pasado.
Después, está mi mejor amigo, Dani. Es una larga historia como empezó nuestra amistad, pero ahora de él no podría prescindir, me entiende, ayuda, y apoya.
Por último, mis padres Darío y Elenena, y mi hermana Natalia, de 19 años, personas que aprecio en el día a día, y que sin ellas no podría vivir.